Quienes me conocen saben que desde hace mucho tenía el anhelo de estar dentro de la banda de mi iglesia y pues la verdad yo ya había perdido como la esperanza de que ese momento llegara pronto. Tamaña sorpresa recibí hoy cuando el pastor me puso a audicionar frente a todos los músicos de la banda (la verdad sentía que el estomago me tambaleaba de los nervios jajajaja) fue la verdad aterrador estar en frente de un montón de gente que sabe de música y que te oigan para evaluarte. Resumiendo la historia mañana empiezo a ir a los ensayos (ojos brillantes mirando al infinito con sonrisa de oreja a oreja), así que tendré que dividir muuuuuuy bien mi tiempo entre la U y la iglesia.
Hasta ahí todo excelente ¿no?, eso pareciera, pero la verdad es que me sentí un poco mal al terminar la audición. No soy tonta y es obvio que no todos los miembros de la banda están contentos con mi llegada, pero no pude evitar sentirme algo fuera de lugar, no lo sé, llegó a mí alguno de esos recuerdos empañados de tristeza cuando quienes me rodeaban me rechazaban. Sí, hay que superar el pasado, ya lo hice realmente, pero no pude evitar llegar a sentir la misma sensación de abandono de años atrás, la sensación de no pertenecer a ninguna parte y que todo lo que pasa a tu alrededor es un efímero sueño.
Detesto que la gente sea envidiosa (si ese es el término adecuado), de hecho es de las cosas que más odio en la vida y no entiendo porque las personas no pueden alegrarse de los triunfos de los demás. ¿Es tan malo ver que cuando uno ya triunfó alguien más pueda hacerlo?. En lo que a mí respecta prefiero dejar el asunto de ese tamaño, ¿por qué?, porque el problema no es mio y yo no puedo dejar de hacer las cosas que me gustan por agradar a unos pocos.
Estoy contenta de haber entrado, eso está clarísimo, yo entré con el ánimo de servir a Dios y no de estar pendiente de lo que sientan los demás de mí, pero no puedo evitar sentir miedo... tal vez no es sólo por eso, para ser sincera esperé algo de alguien... jajaja como podrán imaginar ese algo no llegó, pero eso no viene al caso (realmente es algo muy sin importancia jajajaja). Me esforzaré, no pienso quedar en las sombras una vez más, mi nuevo propósito es surgir, es amar la música cada día más y ser la mejor para no volver a sentirme vulnerable. Sólo lo dejo en las manos de JAH
Hasta ahí todo excelente ¿no?, eso pareciera, pero la verdad es que me sentí un poco mal al terminar la audición. No soy tonta y es obvio que no todos los miembros de la banda están contentos con mi llegada, pero no pude evitar sentirme algo fuera de lugar, no lo sé, llegó a mí alguno de esos recuerdos empañados de tristeza cuando quienes me rodeaban me rechazaban. Sí, hay que superar el pasado, ya lo hice realmente, pero no pude evitar llegar a sentir la misma sensación de abandono de años atrás, la sensación de no pertenecer a ninguna parte y que todo lo que pasa a tu alrededor es un efímero sueño.
Detesto que la gente sea envidiosa (si ese es el término adecuado), de hecho es de las cosas que más odio en la vida y no entiendo porque las personas no pueden alegrarse de los triunfos de los demás. ¿Es tan malo ver que cuando uno ya triunfó alguien más pueda hacerlo?. En lo que a mí respecta prefiero dejar el asunto de ese tamaño, ¿por qué?, porque el problema no es mio y yo no puedo dejar de hacer las cosas que me gustan por agradar a unos pocos.
Estoy contenta de haber entrado, eso está clarísimo, yo entré con el ánimo de servir a Dios y no de estar pendiente de lo que sientan los demás de mí, pero no puedo evitar sentir miedo... tal vez no es sólo por eso, para ser sincera esperé algo de alguien... jajaja como podrán imaginar ese algo no llegó, pero eso no viene al caso (realmente es algo muy sin importancia jajajaja). Me esforzaré, no pienso quedar en las sombras una vez más, mi nuevo propósito es surgir, es amar la música cada día más y ser la mejor para no volver a sentirme vulnerable. Sólo lo dejo en las manos de JAH
0 comentarios:
Publicar un comentario